lunes, 9 de marzo de 2015

Stupidity tries

Los ciclos de la vida son raros ya que no entran en una norma matemática, ni siquiera pueden considerados naturales. Se repiten, si, pero no en una forma estilística ni cuadrática,  solo giran para mostrarnos que mientras más intentamos cambiar, más volvemos a las mismas costumbres.

Pero, a veces, pareciera que saltamos ese círculo para enredarnos en otro, no por una pasión cuestionable sino por el simple hecho de que estamos bastante aburridos.

Digo esto porque siento que las ganas que tenía de cambiar de laburo, tuvieron se efecto extremo, cuando me empecé a aburrir de ir a trabajar de noche. Es irónico ver que durante 4 años y medio la mitad de las noches (o a veces más) me la pasé despierto trabajando, y que, a sabiendas de que me estaba haciendo daño; no hacía nada realmente necesario para cambiar.

En gran parte porque tenía miedo de que, si cambiaba de laburo y algo malo pasaba, podría perder esa maldita seguridad que te da la falta de un mínimo riesgo en la vida, me daba cuenta que para mi era un precio alto que costear.

Pero así y todo, la paciencia escudriña posibilidades, y las posibilidades te abren una puerta para repetir otro círculo, solo que esta vez de 9 a 18 hs en una oficina que al menos no me exigen camisa y pantalón de vestir.

Y con la misma paciencia, por primera vez, tengo 300 páginas de un borrador de mi primer novela- Solo espero aburrirme de tenerlas tiradas en mi procesador de texto, hacer la corrección pertinente y que algún día pueda gestar a mi primer creación, esa que a nadie le va a gustar y a mi me va a encantar.

Porque como decía Elliott, justamente en la canción que titula no solo este post, sino uno de mis temas preferidos de él.

"I couldn't think of a thing 
That I hope tomorrow brings
Oh what a surprise
Stupidity tries" 




jueves, 8 de enero de 2015

Los años y los mitos

El 2014 fue un año interesante ya que finalmente pude cumplir ciertas metas, que siempre dejaba para el mañana porque era lo suficientemente ingenuo de creer que el tiempo iba a ser  los suficientemente indulgente conmigo.

Por eso, cuando decidí viajar a EEUU para ver a mi hermano y finalmente tener el auspicioso re encuentro que supo hacerse esperar por casi 15 años, entendí que no existe tal cosa como el momento justo, simplemente todo sale.

Y así sucedió, que recién después de los 30 años, me subí por primera vez a un avión y decidí que el país del norte iba a volarme la cabeza en más de una forma. Lo que no me esperaba, es el modo en que esto iba a suceder. Porque, como a todos nos pasa, el ambiente en el que convivimos, nos brinda una idea prejuiciosa sobre el lugar que vamos a visitar, y esto, como todos sabemos, es directamente proporcional a la popularidad del lugar de destino.

En esta oportunidad, conocí 3 ciudades de EEUU. La primera fue Miami, lugar donde reside mi hermano por casi una década y media, su nicho.

De las 3, Miami es la que más encaja en la idea postal que se puede llegar a tener de un lugar tropical mezclado con un nivel de superficialidad, en algunos casos, extremo. Autos de alta gama, shoppings gigantescos, playas tan hermosas como las mujeres que las recorren. Pero también es un lugar relajado para la gente de avanzada edad o para personas sin grandes pretensiones. Un trabajo regular puede cubrir un alquiler mínimo y ciertas comodidades tecnológicas no menores. A mi me alcanzaba con poder ir a la playa a cualquier horario (el agua siempre está tibia) y poder tomarme una cerveza en paz mientras disfrutaba del mar.

Mi hermano, por el contrario, prefería disfrutar de los parabienes de los adminículos electrónicos, desde su departamento, con su gato y con sus vecinos cubanos. Por suerte para mi, el hecho de que lo visitara, hizo que se volviera un excelente guía turístico que no solo me ayudó a comprar toda la ropa que pudiera caber en dos maletas sino que organizó los viajes a los próximos dos destinos: Orlando y Nueva York.

Hablar sobre Orlando no tiene mucho sentido, por más que me encantó visitarlo. Es un enorme parque de diversiones donde uno puede saciar todo fetiche nerd que se le ocurra, con creces. Lo que me llamó la atención del estado de florida, fue la falta de opciones culturales a visitar (sacando el "Centro de artes escénicas de Adrienne Arsht").

El tercer viaje fue a la gran manzana, lugar que estaba ansioso por conocer. Todavía recuerdo como se me ponía la piel de gallina cuando iba viajando por el puente que nos iba a llevar Nueva York, la meca de mucha cultura fílmica que consumí durante toda mi vida.

Nueva York es la ciudad de las ciudades, no creo que vaya a encontrar otro lugar con edificios tan suntuosos que con solo tratar de visualizar el extremo de uno de ellos, podría producirte tortícolis. También es el microcentro argentino, multiplicado por 5, si agregamos la cantidad de turistas que pululan por las calles, mientras parecen poseídos por sus cámaras.

Los museos son increíbles, empezando por "El museo de Ciencias Naturales" (tardé 5 horas en recorrerlo) que se encuentra pegado al gigante "Central Park" y la gente es más amable de lo que creía. Más de una vez  me pararon en la calle para hacerme un comentario sobre una remera que estuve usando un día, siempre con una sonrisa. La cantidad de locales de comida rápida se contradecían a la forma de comer que vi de muchos norteamericanos. Me sorprendía ver que "Coca Cola" no era parte de su dieta diaria, pero si los jugos energizantes y el té helado. También notar que Mcdonald' s era el lugar más barato para comer y uno de los pocos lugares que te ofrecía wi-fi gratuito.

El último día en Nueva York, tuve dos importantes discusiones con mi hermano, mientras nos encontrábamos descansando en el hotel. La primera fue sobre el asesinato del muchacho afroamericano, producto de un evidente abuso policial. Para mi hermano el error fue del pibe, por no respetar la orden policial. Para mi una orden policial no valía la vida de nadie, menos si esta no ofrecía amenaza alguna al policía, ya que el muchacho solo estaba corriendo Lo interesante que noté en la poca gente norteamericana que conocí, es que los latinos y los afroamericanos se mueven la mayoría de las veces en grupo y en familia; mientras que los blancos se los nota más solitarios, con poco interés en conocer al otro. Es como si las razas tuvieran que moverse en grupo para no sentirse amenazadas por las autoridades que evidentemente beneficiaban a los blancos, pero tal vez es una especulación mía.

La segunda discusión, más nutritiva a mi gusto, nos llevó a interpretar una visión de la felicidad bastante polarizada, mientras para él, tener un trabajo que no te agrade es una buena opción si se junta dinero y se puede comprar cosas y viajar; para mi no se puede tener un trabajo que no nos guste o no nos desafíe, solo por el justificativo monetario. Supongo que por esa razón yo era el turista y mi hermano era el "ciudadano" y, aunque a mi hermano no le gustaba que no estuviese de acuerdo con él, a mi me daba exactamente lo mismo. La felicidad es tan relativa como los intentos de que perdure lo máximo posible.

Cuando volvimos finalmente a Miami, los últimos días fueron de relajación total. Extrañaba Buenos Aires, por más absurdo que sonara pero también sabía que iba a extrañar más a mi hermano que a este lugar, cuando no esté allí.

Llegó ese día y solo atiné a abrazarlo y decirle "La primera razón por la que estoy acá, sos vos". Espero que haya sido suficiente para él, ya que no había palabras que pudieran contener un agradecimiento adecuado.

A la vuelta, en Buenos Aires, tenía que empezar a programar una cirugía que iba a tener que realizar antes de fin de año, razón por la cual ahora me encuentro escribiendo estás palabras, mientras termino el reposo.

Y cuando me recupere, seguiré haciendo lo que más me gusta, al precio que cueste, porque mi prioridad hoy es hacer, sin importar adonde me lleve el camino 

viernes, 21 de febrero de 2014

El Luto, el amigo, la familia



Siempre supe forjar mi propio camino, pero más que nada estos últimos años;  donde supe armar un perfecto cerco emocional que decididamente iba a proteger mis metas. Mis problemas son míos y de nadie más, y las soluciones solo podrían venir de mi capacidad resolutiva; no quería ayuda externa ni la consideraba necesaria. Así y todo, nunca dejé de cumplir lo que consideré, de manera justa o no, las responsabilidades hacia mi familia.

Por eso aplacé mis vacaciones en el exterior y decidí llevar a mi vieja a la costa, su estado emocional lo ameritaba; y a mi sinceramente no me costaba nada esperar otro año más para viajar a un nuevo destino que alimentara mi ser.

Más allá de que el hecho de volver a la costa argentina (por décima novena vez) me resultaba tedioso, poder descansar al menos una semana me iba a recargar las pilas para encarar el nuevo ciclo que se avecinaba.

Pero ayer, mientras estábamos en el departamento de la costa, mi hermano me manda un mensaje de texto seco, cortante, que me deja paralizado.... "Murió Sparky".

Repito en voz alta lo que dice y le cuento a mi vieja. Ella entra en crisis y empieza a llorar, su hijo no reconocido había muerto. Lo primero que sentí es mucha culpa, traje a mi vieja para hacerla sentir mejor, pero la alejé de mi perro en su peor momento.

Lo primero que se me ocurrió preguntarle fue si se había despedido de él, lo repetí varias veces hasta que obtuve una respuesta positiva; después la abracé un largo rato, no podía flaquear. Decidí llevarla a comprar ropa, a comer y por último al cine; tenía que despejarse si o sí mientras no paraba de llorar. Por ella, ese día me convertí en creyente, en entretenedor... en todo lo que necesitase.

Al final del día ella estaba descargada, consolada; aproveché ese momento para ir a la playa de noche y estar solo. Mirando el cuarto menguante fijamente, me doy cuenta de que el cerco estalló y los pedazos estaban dispersos por toda la playa. Mientras los recogía, pude notar que había un pedazo que había cambiado, el mismo se había convertido en un recuerdo. El recuerdo describía un momento clave en mi relación con Sparky, cuando lo abracé y le dije "Sos MI perro" y pareciera que el me respondió "Si, y vos sos MI familia"

Gracias, Sparky, te ganaste el derecho de ser mi primer gran pérdida familiar. Siempre te voy a recordar.

sábado, 17 de agosto de 2013

Sacrificios.

Creo en el contexto actual del sacrificio. Su idea, que prima en orígenes más violentos o exacerbados, tienen un motus más heroico en los tiempos que corren.

Para mi es muy saludable el sacrificio por alguien que amás/querés. Es una práctica que nos mide como personas que sienten que pueden confiar en otras hasta límites impensados. Podemos hablar de las relaciones a distancia o de aquella persona que tiene como compañero de vida alguien que tiene que viajar constantemente por trabajo. También podemos hablar de la persona que cae en desgracia o una enfermedad grave y ver que su media naranja no lo abandona aunque esto implique una vida de sufrimiento para ambos.

Qué mueve a esa gente en aceptar el sacrificio? La recompensa individual de sentirse mejores personas? Sentir que el precio lo vale por lo que su pareja les hace sentir? Yo creo que para que el sacrificio sea valedero primero tiene que haber un fin muy marcado, y es saber que eso te hace feliz.

Por eso no puedo evitar pensar en mi vieja cuando escribo esto. Como ella se quedó con nosotros a sabiendas de que sufría con mi viejo, a sabiendas de que tal vez se arruinó la vida por tomar esa decisión. Para ella había un precio a pagar que era acompañarnos durante gran parte de nuestras vidas, como correspondía.

Pero si mi vieja se hubiera separado, aunque nos hubiera visto menos, tendría más chances de ser feliz, por eso creo que su apuesta a largo plazo fue claramente un error.

Como lo es para lo que ocultan su sexualidad porque creen que sus padres van a sentir vergüenza y tienen una imagen   de familia que respetar. Su felicidad de poder mostrarse como es el mismo, queda aplazada por visiones mezquinas de una sociedad que ya está marcando claramente una diversidad. Como el que decide estudiar la carrera de la familia, solo por tradición, pero no por convicción.

En ese caso, los sacrificios son absurdos, pero justificados para aquellos que creen que su felicidad depende de la de otros exclusivamente.


***

Hace unos años, por una cuestión laboral, tenía un asiduo contacto con un centro de oncología muy importante en el país. Recuerdo a la secretaria de dicho lugar, con la cual tuve más de una discusión, porque ella me reclamaba la medicación para quimio de los pacientes pertenecientes a la prepagaba en la que yo laburaba.

Siempre me decía que tenía que usar la medicación que había llegado para otro socio de otra prepaga para suplir esa falta y que el socio, que paga bastante dinero, no pierda el turno.

-Y PAMI?

- Y PAMI qué?

Ese centro también trabajaba con PAMI, pero los que estaban en tratamiento por medio de ellos perdían el turno; algo que era claramente una locura ya que no estábamos hablando de kinesiología por una torsión de tobillo, estábamos hablando de achicar un tumor.  Esta es una de las grandes desventajas de la salud pública, claramente.

Traigo esta anécdota a colación debido a que años después, tuve contacto con un socio que me hizo un planteo muy peculiar. El hombre estaba pagando la prepaga de su padre, que estaba bajo tratamiento de quimioterapia por un tumor en el cerebro (cual Walter White, ponele).

Su planteo más allá de lo lógico, me sorprendía porque esperaba que mi respuesta fuera sincera.

- Vale la pena que le siga pagando la prepaga? Se que PAMI se lo cubre

Si nos basamos en la anécdota anterior, mi respuesta no era muy difícil de dilucidar, pero para mi fue tampoco fácil decirlo porque me considero un férreo defensor de los servicios públicos (con sus defectos y virtudes)

- No le recomiendo la baja del socio al prepago, señor.

Es lo poco que le pude decir, no quería enumerar argumentos, no solo porque no había tantos, sino que el puntual era suficiente para confirmarle nuevamente que continuar con el servicio era la mejor opción.

- Pero estoy sin trabajo, voy a tener que vender todo para costearlo hasta que encuentre uno nuevo.

Ante ese dicho solo me mantuve en silencio. Qué le podía decir? Solo él podía saber si su sacrificio lo valía.


Una vez terminada nuestra charla, decidí agendar el nro de socio del anciano; no podía negar que la curiosidad me invadía en su momento. Quería saber si el hombre la iba a mantener, me imaginaba que vendía todo para arriesgar su bienestar y poder darle un par de meses más de vida.

Pasados unos meses, decidí chequear su cuenta y estaba de baja; pero el motivo fue el óbito del anciano. El hombre nunca dejó de pagarle el prepago por más que estuvo sin trabajo durante mucho tiempo. No hubiera sido un abandono si lo dejaba en PAMI, pero si se arriesgaba que su nivel de su dolorosa vida lo fuera mucho más.









miércoles, 31 de julio de 2013

Chances.

Vivimos una vida bastante larga. Aunque nos encanta aducir que el tiempo pasa volando, la vida de por sí es un compendio de décadas que nos da literalmente casi una infinidad de posibilidades para realizarnos como personas. Ésto, aunque mucha gente lo discuta, no es ninguna teoría; es un hecho.

Muchos pueden objetar que el ambiente puede ampliar o acotar las chances, pero negarlas en su totalidad sería absurdo. Generalmente la gente que niega que existen variedad de chances, justifican los malos actos de aquellos que tal vez, por más difíciles que sean, tenían otras opciones.

El caso de una persona que comete un ilícito, justificando su ambiente social por ejemplo, es eludir la idea de que somos falibles; esa persona tiene derecho a equivocarse, pero nosotros no tenemos derecho a mentirle justificando sus actos.

Lejos de tener un pensamiento individualista, sigo creyendo que mucha gente puede necesitar ayuda para influirla en tomar chances variadas, pero claramente lejanas a aquellas chances que solo pueden generarle un espiral de destrucción.

De la misma manera, mucha gente denomina como situaciones de "suerte" aquellas donde la persona, que se encuentra en una situación de desgracia, puede salir de la misma airoso. En ese caso no estaríamos subestimando la capacidad de aquella persona por haber tomado su mejor chance?

***

Las empresas no creen en las suerte, simplemente abusan de las chances. Toda corporación tiene su departamento comercial para atraer al público y su séquito de abogados para amortizar cualquier daño intencional.

Una prepaga, por ejemplo, le resulta más económico tener menos ambulancias a pesar de que esto genere que mueran más socios. Tienen 2 puntos a favor en esta medida, el ya mencionado y no mantener el costoso tratamiento del avejentado socio, que había pasado a ser una pérdida económica. La única contra en esta jugada, es la posibilidad de una cierta cantidad de juicios, pero aún así, el costo sigue siendo menor. Vale aclarar que hablamos de dinero y no de vidas, no existe una concepción moral en la ganancia espuria

***
Chances para soñar, chances para seguir una estructura o romper el molde a cada paso de que das. Chances de amar a alguien como para no se suelten jamás o dejarla ir porque ella ya no siente lo mismo (aunque vos sí). Chances de llorar y ser llorado cuando no estés más, chances para corregir lo que hiciste mal y enmendar; aunque lo roto ya roto esté.

El mayor riesgo de tomar chances, es no tomarlas. Por que para esas personas sí, el tiempo pasa volando.




.




miércoles, 27 de febrero de 2013

Yeah, cause 32 is like 23 but just a little more tired.

Una de las virtudes que destaco ante la tragedia de cumplir años es que sigo viéndome al espejo y el reflejo no me resulta tan dispar de cuando tenía 25 años.

Pero no quiero considerarme un ser frívolo y por suerte no es lo que más destaco.Con esto quiero decir que decidí hacer un cambio que seguramente será menor para los que visitan este blog , pero enorme para mi con respecto a la manera que me venía manejando.

Nunca me importó lo que piensen los demás de mi, pero sí me importaba lo que yo mismo pensaba de mi.. hasta ahora. Por eso aunque me sigo considerando un escritor mediocre, por supuesto, me pareció que inaugurar un blog a casi vísperas de los 20 años de creer que puedo cautivar corazones y mentes con mis relatos, era más que una interesante idea.

Valoro a la gente que adornó mis pareceres tanto positiva como negativamente en mi vida. Tanto aquellos que ayer recordaron la víspera de mi vitalicio con buena onda y sin necesidad de quedar bien con nadie como aquellos que se forzaron a olvidarlo y decidieron borrar cualquier rastro de recuerdo hacia mi persona. Si no fuera por ellos las palabras no estarían teñidas de vicisitudes que armen un compedio variado desde la comedia, la reivindicación y hasta la poesía.

En fin, se acabó momentáneamente este blog y espero que reciban con mente abierta y paciencia mi historial de cuentos de prácticamente la mayor parte de mi vida, desde los 14 años en adelante.

Saludos.

Ah! Casi me olvidaba el link!

www.thestorystartsnow.blogspot.com



jueves, 27 de diciembre de 2012

No name, just a balance.

Pasar otra navidad con mi familia ya me generaba tristeza. Las fiestas se habían convertido indefectiblemente en un parámetro para saber cuán desvinculado me encontraba con los que se suponen que son mis seres queridos.

De mi parte yo siempre quise estar, siempre supe lo importante que es para mi vieja ese festejo que lo valoraba más allá de ser una ferviente católica. A mi tampoco me desagradaba, eran 3 o 4 horas que tratábamos de ser una familia unida y al menos por ese lapso de tiempo parecía funcionar.

La cuestión es que los años suman problemas no resueltos y el rencor se vuelve palpable al nivel de no ser soportable. Por eso mi hermana dijo que no iría a nochebuena porque le parecía "aburrido", por eso mi hermano; por más que estaba con nosotros, se quedaba por el hecho de que tenía un hijo y no tenía lugar donde dejarlo. Por eso mi viejo dijo que se sentía mal y brindamos sin él como a las doce y cuarto de la noche del día 25. Éramos solo 4 personas las cuales solo 2 querían estar.. mi vieja y yo.

Salí a la una de la noche trayecto a mi casa con una sidra y una tuca bien cargada mientras cantaba Home Sick Home tratando de emular a Mike Patton. Últimamente los vicios ayudaban a pasar los momentos más chotos de manera más holgada.

Irónicamente, el efecto que produjo en mi fue que las 25 cuadras que distan de la casa de mis viejos a la mía se convirtieran en un espacio para reflexionar el año que pasó pero no de una forma común. Las absurdas analogías que suelo hacer me vinieron a la mente en base a 2 recuerdos contrapuestos que me generaron cierta curiosidad porque definitivamente no creo en las coincidencias y efectivamente que haya pensado eso en este momento tenía que tener algún tipo de significado.

***

Hace unos meses atrás en el trabajo, pasando los momentos más álgidos del invierno, el supervisor nos informa que va a llamar por tanda de 2 personas porque nos quiere mostrar una escucha de un servicio de emergencia. Una vez pasada la primer tanda, uno de mis compañeros que participó de la misma me dice al pasar con los ojos enrojecidos "me parece muy de mala leche que nos haga escuchar esto". Semanas después este mismo compañero renunció al trabajo indicando que esa escucha le hizo pensar que no era saludable seguir allí.

Pero volviendo a dicho momento, mi turno de escuchar el llamado había llegado y fui tranquilamente al encuentro del supervisor para que termine con esto de una vez. Lejos de ser una sorpresa, la llamada efectivamente era un golpe bajo, realmente no entendía la necesidad de hacernos escucharlo ni aún aduciendo que tenía un fin didáctico.

La escucha nos mostraba como un compañero de la contraguardia hacía un RCP fallido. Específicamente un padre llama desesperado porque su hijo de 1 año se encontraba inconsciente en el piso sin ningún tipo de reacción. El operador indica correctamente el RCP.... pero de un adulto. Esto significa que le indicó al padre de la criatura que extienda los brazos sobre el pecho del niño y mande todo el peso de su cuerpo a esa zona. El  resultado era más que evidente, no solo los huesos de la costilla, siendo tan frágiles a esa edad, estallaron sino que le empezaba a salir sangre por todos los orificios existentes.

Los gritos del padre desaforado eran escalofriantes "reventé a mi hijo!" decía con total desesperación. El operador se encontraba desesperado y no sabía que decirle; escuchar de fondo los llantos desesperados ante ésta situación demoledora le quitaba el aliento a cualquiera. El móvil por suerte había llegado finalizando la escucha lo cual produjo alivio a mi y a mi compañero que se veía horriblemente perturbado.

-No me parece que nos hagas escuchar esto - Le dije con total franqueza

- Somos operadores de emergencias entre otras cosas, tenés que estar preparado para este tipo de llamados.

- Esto es muy fuerte, a ese pibe hay que echarlo - replica mi compañero

El supervisor asiente con bastante rabia 

- No sé como este flaco sigue laburando acá.

Yo vuelvo a lo mismo, ya bastante molesto.

- Nos podrías haber explicado de que trataba el llamado y ya, sigo sin entender tu morbo

- Mi morbo? Chicos, mi trabajo es mostrarle esto para que estén preparados y no se equivoquen como él.

- Evidentemente no me entendés - Digo resignado - Pero se equivocó, no hay que crucificarlo - finalizo.

Esto provocó que la discusión se volviera más fuerte lo cual hizo que el resto de mis compañeros se acercasen a ver que sucedía.

- Eso lo decís porque vos no tenés hijos - Me rebate con un argumento endeble

Efectivamente era prácticamente el único de mi guardia sin hijos, lo que al parecer me desacreditaba para opinar sobre un error humano. 

- No entiendo porque mi opinión es menos válida por no ser padre, igualmente sabés que es muy probable que el bebé estuviera muerto mucho antes de que el padre hiciese la llamada.

Ante esa respuesta la guardia se puso a gritos con un intercambio de palabras no muy favorables hacia mi  persona, trato de interrumpir elevando la voz un poco más fuerte que el resto.

- Muchachos no me malinterpreten, a todos nos pone mal este llamado, me parece una locura tener que escucharlo. Es como el padre que cree que tirando a su hijo al río le va a enseñar a nadar. Fuera de eso es más que probable que este pibe sea nuevo y no haya sido capacitado como corresponde.

- El chico es nuevo, pero dudo que haya sido mal capacitado - responde fríamente el supervisor.

- Entonces vos decís que el operador hizo un RCP mal a propósito? Le digo irónicamente

- No, yo creo que se dejó llevar por los nervios y se equivocó

- Y vamos a crucificarlo porque se equivocó? Esto es una tragedia tanto como para los padres como para el pobre flaco que se equivoco, obviamente no al mismo nivel pero ya mucha culpa debe sentir como para que nosotros lo critiquemos.

No hizo mucha mella lo que dije, ya que el resto de la guardia escupía frases armadas como "si fuera mi hija lo voy a buscar y lo mato" o "Lo tendrían que rajar a la mierda".

Todos somos víctimas de las presiones de la sociedad, cualquier acción que hagamos en favor o en contra de cualquiera de manera directa u indirecta tiene su consecuencia plena de una forma u otra. Si no te juzga un tercero tu remordimiento hará el trabajo.

En base de una equivocación el juicio de los terceros me parece una hijadeputez. Ser víctimas del juicio público solo fomenta la idea de que no nos podemos equivocar y el hecho de la infalibilidad solo existe en no hacer nada. El que no hace nunca se equivoca.

El caso mencionado anteriormente es grave, definitivamente, pero no existe intencionalidad en el acto. Estuve todo ese mes preguntando si el flaco seguía laburando con nosotros. Esperaba que así sea, aunque realmente me había afectado el llamado y estuve como una semana recordando los gritos desesperados del hombre frente a la impotencia de ver a su hijo sin vida.


***

Recuerdo cuando empecé atender emergencias, pasó casi media década de esto. No era algo que me llenaba pero definitivamente era mejor que atender otro tipo de consultas para mi, ya que no tenía que ser amable para enviar una ambulancia, como mucho contenedor y no me resultaba de por sí complicado mantener la situación en control debido a la frialdad que me caracteriza.

También recuerdo que no había sido capacitado más que en el sistema y solo me dieron un glosario de las diferentes afecciones graves que podría llegar a atender. Irónicamente decidí recabar más información sobre otros procedimientos que no figuraban en el glosario solo para reforzar algo que deberían haberme informado ellos.

Nunca supe que me podía servir hasta que me llegó ese llamado.

Una madre llamaba desesperada porque su bebé no respiraba, tenía los ojos abiertos pero no emitía sonido alguno. La mujer presa del llanto no podía hacer lo que le pedía así que le pedí que me pase con el marido. El hombre mucho más tranquilo escuchó mis ordenes que básicamente las estaba leyendo de internet con total nerviosismo, pero trataba de la mejor manera de no demostrar incapacidad alguna para controlar la situación.

La garganta del bebé estaba atascada con un juguete, al no llegarle aire al cerebro su pequeño cuerpo estaba entrando en paro. El hombre quería meterle la mano en la boca para sacarle el objeto pero le grité que no lo hiciese ya que podría ser contraproducente y atascarlo más. Le pedí que lo ponga boca abajo sobre su pierna y le empezara a dar golpes secos en la espalda para que expulse el juguete.

El bebé escupió el juguete y recuperó la consciencia segundos unos segundos más tarde.

Lo que vino después me resultó engorroso, el padre diciendo que le salvé la vida a su hijo en pleno llanto y que podía contar con él para lo que sea. Le respondí que el único que salvo la vida de su hijo fue el y que solo le dí las mínimas instrucciones. Un par de compañeros me felicitaron pero nadie con jerarquía en la empresa dijo algo al respecto, lo cual más allá de lo injusto me resultó aliviador, no me interesaba ser un ejemplo de nadie.

A lo que uno va con esto es que los errores o las metas incumplidas son suficiente carga para uno para que otros lo remarquen. Por el contrario tus logros no son muy felicitados y no queda muy pendiente en el recuerdo de la gente. Lo bueno jamás dura.

Tal vez por eso mi balance del año es complejo....

No terminé con mi libro aunque crecí un montón como escritor, pero lo primero es lo que prima en mi.

No me compré el depto pero estoy mucho más cerca. Muchos en mi familia me recuerdan que no tengo lugar propio y que jamás debería volver a casa; lo cual prefiero tomar como incentivo más que crítica.

La facultad fue un relativo triunfo, porque todavía queda demasiado por recorrer y la culpa de no haber empezado y continuado, o en el mejor de los casos, terminado me persigue todavía.

Conocí muchísima gente nueva lo cual me abrió un mundo mucho más amplio, pero no llegué a conocer a alguien que realmente me moviera compartir cosas importantes.

Y el 2013 empieza.... y entiendo que ponerme metas es una forma de reconocer que hay mucho por recorrer todavía.

Pero desde que empecé este trayecto por más pálidas que haya tenido jamás perdí las ganas.

Y con eso es lo que me quedo.


Gracias por compartir mis pensamientos durante este año, lectores en silencio y algunos que me lo hicieron saber por otros medios, es reconfortante saber que le llego a mucha gente.

Y realmente lamento a aquellas personas que esperaban que continuara haciendo un blog de mero humor... sinceramente ya no me nace que sea solo eso y últimamente necesitaba hacer catársis lo mejor posible.


Gracias de nuevo por estar, un buen 2013 para todos.







 
Seguir a @Twistmask