sábado, 17 de agosto de 2013

Sacrificios.

Creo en el contexto actual del sacrificio. Su idea, que prima en orígenes más violentos o exacerbados, tienen un motus más heroico en los tiempos que corren.

Para mi es muy saludable el sacrificio por alguien que amás/querés. Es una práctica que nos mide como personas que sienten que pueden confiar en otras hasta límites impensados. Podemos hablar de las relaciones a distancia o de aquella persona que tiene como compañero de vida alguien que tiene que viajar constantemente por trabajo. También podemos hablar de la persona que cae en desgracia o una enfermedad grave y ver que su media naranja no lo abandona aunque esto implique una vida de sufrimiento para ambos.

Qué mueve a esa gente en aceptar el sacrificio? La recompensa individual de sentirse mejores personas? Sentir que el precio lo vale por lo que su pareja les hace sentir? Yo creo que para que el sacrificio sea valedero primero tiene que haber un fin muy marcado, y es saber que eso te hace feliz.

Por eso no puedo evitar pensar en mi vieja cuando escribo esto. Como ella se quedó con nosotros a sabiendas de que sufría con mi viejo, a sabiendas de que tal vez se arruinó la vida por tomar esa decisión. Para ella había un precio a pagar que era acompañarnos durante gran parte de nuestras vidas, como correspondía.

Pero si mi vieja se hubiera separado, aunque nos hubiera visto menos, tendría más chances de ser feliz, por eso creo que su apuesta a largo plazo fue claramente un error.

Como lo es para lo que ocultan su sexualidad porque creen que sus padres van a sentir vergüenza y tienen una imagen   de familia que respetar. Su felicidad de poder mostrarse como es el mismo, queda aplazada por visiones mezquinas de una sociedad que ya está marcando claramente una diversidad. Como el que decide estudiar la carrera de la familia, solo por tradición, pero no por convicción.

En ese caso, los sacrificios son absurdos, pero justificados para aquellos que creen que su felicidad depende de la de otros exclusivamente.


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Hace unos años, por una cuestión laboral, tenía un asiduo contacto con un centro de oncología muy importante en el país. Recuerdo a la secretaria de dicho lugar, con la cual tuve más de una discusión, porque ella me reclamaba la medicación para quimio de los pacientes pertenecientes a la prepagaba en la que yo laburaba.

Siempre me decía que tenía que usar la medicación que había llegado para otro socio de otra prepaga para suplir esa falta y que el socio, que paga bastante dinero, no pierda el turno.

-Y PAMI?

- Y PAMI qué?

Ese centro también trabajaba con PAMI, pero los que estaban en tratamiento por medio de ellos perdían el turno; algo que era claramente una locura ya que no estábamos hablando de kinesiología por una torsión de tobillo, estábamos hablando de achicar un tumor.  Esta es una de las grandes desventajas de la salud pública, claramente.

Traigo esta anécdota a colación debido a que años después, tuve contacto con un socio que me hizo un planteo muy peculiar. El hombre estaba pagando la prepaga de su padre, que estaba bajo tratamiento de quimioterapia por un tumor en el cerebro (cual Walter White, ponele).

Su planteo más allá de lo lógico, me sorprendía porque esperaba que mi respuesta fuera sincera.

- Vale la pena que le siga pagando la prepaga? Se que PAMI se lo cubre

Si nos basamos en la anécdota anterior, mi respuesta no era muy difícil de dilucidar, pero para mi fue tampoco fácil decirlo porque me considero un férreo defensor de los servicios públicos (con sus defectos y virtudes)

- No le recomiendo la baja del socio al prepago, señor.

Es lo poco que le pude decir, no quería enumerar argumentos, no solo porque no había tantos, sino que el puntual era suficiente para confirmarle nuevamente que continuar con el servicio era la mejor opción.

- Pero estoy sin trabajo, voy a tener que vender todo para costearlo hasta que encuentre uno nuevo.

Ante ese dicho solo me mantuve en silencio. Qué le podía decir? Solo él podía saber si su sacrificio lo valía.


Una vez terminada nuestra charla, decidí agendar el nro de socio del anciano; no podía negar que la curiosidad me invadía en su momento. Quería saber si el hombre la iba a mantener, me imaginaba que vendía todo para arriesgar su bienestar y poder darle un par de meses más de vida.

Pasados unos meses, decidí chequear su cuenta y estaba de baja; pero el motivo fue el óbito del anciano. El hombre nunca dejó de pagarle el prepago por más que estuvo sin trabajo durante mucho tiempo. No hubiera sido un abandono si lo dejaba en PAMI, pero si se arriesgaba que su nivel de su dolorosa vida lo fuera mucho más.









miércoles, 31 de julio de 2013

Chances.

Vivimos una vida bastante larga. Aunque nos encanta aducir que el tiempo pasa volando, la vida de por sí es un compendio de décadas que nos da literalmente casi una infinidad de posibilidades para realizarnos como personas. Ésto, aunque mucha gente lo discuta, no es ninguna teoría; es un hecho.

Muchos pueden objetar que el ambiente puede ampliar o acotar las chances, pero negarlas en su totalidad sería absurdo. Generalmente la gente que niega que existen variedad de chances, justifican los malos actos de aquellos que tal vez, por más difíciles que sean, tenían otras opciones.

El caso de una persona que comete un ilícito, justificando su ambiente social por ejemplo, es eludir la idea de que somos falibles; esa persona tiene derecho a equivocarse, pero nosotros no tenemos derecho a mentirle justificando sus actos.

Lejos de tener un pensamiento individualista, sigo creyendo que mucha gente puede necesitar ayuda para influirla en tomar chances variadas, pero claramente lejanas a aquellas chances que solo pueden generarle un espiral de destrucción.

De la misma manera, mucha gente denomina como situaciones de "suerte" aquellas donde la persona, que se encuentra en una situación de desgracia, puede salir de la misma airoso. En ese caso no estaríamos subestimando la capacidad de aquella persona por haber tomado su mejor chance?

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Las empresas no creen en las suerte, simplemente abusan de las chances. Toda corporación tiene su departamento comercial para atraer al público y su séquito de abogados para amortizar cualquier daño intencional.

Una prepaga, por ejemplo, le resulta más económico tener menos ambulancias a pesar de que esto genere que mueran más socios. Tienen 2 puntos a favor en esta medida, el ya mencionado y no mantener el costoso tratamiento del avejentado socio, que había pasado a ser una pérdida económica. La única contra en esta jugada, es la posibilidad de una cierta cantidad de juicios, pero aún así, el costo sigue siendo menor. Vale aclarar que hablamos de dinero y no de vidas, no existe una concepción moral en la ganancia espuria

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Chances para soñar, chances para seguir una estructura o romper el molde a cada paso de que das. Chances de amar a alguien como para no se suelten jamás o dejarla ir porque ella ya no siente lo mismo (aunque vos sí). Chances de llorar y ser llorado cuando no estés más, chances para corregir lo que hiciste mal y enmendar; aunque lo roto ya roto esté.

El mayor riesgo de tomar chances, es no tomarlas. Por que para esas personas sí, el tiempo pasa volando.




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miércoles, 27 de febrero de 2013

Yeah, cause 32 is like 23 but just a little more tired.

Una de las virtudes que destaco ante la tragedia de cumplir años es que sigo viéndome al espejo y el reflejo no me resulta tan dispar de cuando tenía 25 años.

Pero no quiero considerarme un ser frívolo y por suerte no es lo que más destaco.Con esto quiero decir que decidí hacer un cambio que seguramente será menor para los que visitan este blog , pero enorme para mi con respecto a la manera que me venía manejando.

Nunca me importó lo que piensen los demás de mi, pero sí me importaba lo que yo mismo pensaba de mi.. hasta ahora. Por eso aunque me sigo considerando un escritor mediocre, por supuesto, me pareció que inaugurar un blog a casi vísperas de los 20 años de creer que puedo cautivar corazones y mentes con mis relatos, era más que una interesante idea.

Valoro a la gente que adornó mis pareceres tanto positiva como negativamente en mi vida. Tanto aquellos que ayer recordaron la víspera de mi vitalicio con buena onda y sin necesidad de quedar bien con nadie como aquellos que se forzaron a olvidarlo y decidieron borrar cualquier rastro de recuerdo hacia mi persona. Si no fuera por ellos las palabras no estarían teñidas de vicisitudes que armen un compedio variado desde la comedia, la reivindicación y hasta la poesía.

En fin, se acabó momentáneamente este blog y espero que reciban con mente abierta y paciencia mi historial de cuentos de prácticamente la mayor parte de mi vida, desde los 14 años en adelante.

Saludos.

Ah! Casi me olvidaba el link!

www.thestorystartsnow.blogspot.com



 
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